En un mundo donde los plásticos inundan los mares, evitar que se sigan utilizando depende de los consumidores. Un 40 % de los residuos plásticos suelen corresponder a envases. Al parecer, la solución no es un invento moderno, sino volver a los orígenes. Las compras «a granel» han vuelto, y esta tendencia aumenta día a día. Evitar el plástico, comprar la cantidad que necesitas, apoyar los comercios sostenibles… Hay muchas razones para pasarse a esta cesta de la compra sin plásticos. ¿Quieres conocerlas?
1. Llévate lo que necesites
En España se malgasta mucha comida. Casi 8 toneladas de alimentos desperdiciados al año. Claro que no todo es culpa de los envases, pero es cierto que muchas veces nos llevamos 1 kg de un producto porque así nos lo impone el supermercado.
Así que, comprando a granel, podemos elegir la cantidad que nos acompañará a casa. Incluso si el precio es ligeramente superior, puede salirnos a cuenta si una parte de la compra va a acabar en la basura.
2. Consigue tener una dieta más variada
En consonancia con lo anterior, al no tener paquetes estandarizados, podemos elegir llevarnos diferentes productos. En vez de 1 kg de garbanzos, podemos elegir 500 g de estos y otros 500 g de lentejas, por ejemplo.
3. Elige calidad, y compruébala
¿Cuántas veces ocurre que al llegar a casa abrimos un paquete y hay alguna fruta golpeada? Las compras a granel te permiten ver el producto y comprobar la calidad. De nuevo, aunque la opción empaquetada parezca más barata, puede suponer un ahorro comprar a granel.
4. Apoya la economía local
Las tiendas que han optado por este formato suelen ser pequeños comercios unipersonales o familiares. Por eso los vendedores son familias locales. Además, los productores no suelen estar lejos, con lo que apoyas de verdad el medio rural.
5. Ten una cocina donde te apetezca entrar
Porque tener paquetes de legumbres a medio utilizar, o frutas que empiezan a pasarse de fecha no animan a disfrutar de tu casa. Así, comprar a granel y guardar los productos en tarros de cristal da una visión más agradable. Y aún más: te permite controlar mejor cuánto te queda de cada producto antes de tener que reponerlo.
6. Reduce la contaminación
Las compras a granel también ayudan a mantener más limpio el aire. La industria del envasado en plástico conlleva la producción de plásticos, para después introducir los alimentos. Dos pasos que con los productos a granel pasan a ser la fabricación de sacos. Y, por si eliminar un paso no fuera suficiente, los sacos son reutilizables y no contaminantes.
Además, por economía, los pequeños comercios a granel suelen tener relación con productores cercanos. Aparte de disminuir la huella ecológica producida por el transporte, muchos de ellos piden productos a agricultores respetuosos con el medioambiente. Así, también apoyarás a productores que no utilizan —o al menos reducen— los agrotóxicos.
7. Si es tan bueno, ¿por qué no compra todo el mundo a granel?
Pues vamos a aclarar las dudas: no es que el método a granel sea más caro. Sin embargo, su procedencia —pequeños comercios— no tiene el margen de beneficio de las grandes superficies. Esto provoca que no puedan jugar con el margen de beneficio como lo hacen las grandes empresas. Si las grandes empresas ofrecieran los productos a granel, serían aún más baratos.
Si aún no te has convencido, intenta probar a cambiar tu compra un mes. Podrás ver que tienes una mayor variedad de productos en tu cocina. Podrás elegir diferentes platos sin depender de la caducidad de los muchos kilogramos de más que tuviste que comprar.
Fuente: Ecotrendies